28 de junio 2017
Verano y alergias
Con la llegada del verano, los alérgicos a los ácaros del polvo y al polen suelen experimentar una mejoría: la menor humedad del aire hace que el número de ácaros descienda, y el número de plantas que emiten polen es menor. No obstante, existen otros tipos de alergias como el sol, el cloro o las medusas que se recrudecen durante los meses de más calor.
A continuación enumeraremos una lista de posibles alergias veraniegas:
· Polen. Los alérgicos a la
parietaria judaica, también conocida como maleza del asma por la gran cantidad de casos de alergia que provoca, suelen verse más afectados durante los meses de verano.
· Sol. Existen cuatro tipos de reacciones alérgicas al sol. la Erupción polimorfa lumínica (ELP), el prurigo actínico (una variante hereditaria de la anterior), erupción foto-alérgica (reacción al protector solar que se esté empleando) o urticaria solar (la más rara de todas, y la única que puede ser calificada de verdadera “alergia”). Provoca urticaria en las partes de la piel afectada y aparece de forma inmediata, al cabo de minutos de producirse la exposición al sol.
· Insectos. Durante el verano los insectos se muestran más activos. Las personas alérgicas a la picadura de abejas y avispas deben extremar las precauciones: una persona alérgica que sufre una picadura de abeja puede sufrir un choque anafiláctico. Los síntomas son vómitos, diarrea, aparición de ronchas por todo el cuerpo, mareos.
· Cloro. Durante el verano acudimos con mucha más frecuencia a las piscinas. En realidad, no existe la alergia a este producto; lo que ocurre es que el cloro provoca irritación a las personas que padecen dermatitis atópica. Es decir, no es un alérgeno por sí mismo, pero sí que puede empeorar las condiciones de algunos pacientes.
· Frío. Algunas personas padecen lo que se denomina alergia al frío, que provoca mareos o pérdida del conocimiento. Conocida como urticaria a frigore, es una reacción de la piel a estímulos fríos como viento, bajas temperaturas, ingerir bebidas o alimentos fríos o inmersión en agua helada que provoca picores, fiebre, malestar o incluso dificultad respiratoria. Afecta casi siempre a adultos y tiene un patrón hereditario. Aunque es más frecuente en invierno, en verano también pueden darse casos provocados por nadar en agua fría o por ingerir líquidos fríos.
· Medusas. Aunque es un tipo de alergia poco frecuente, algunas personas tienen reacciones alérgicas a la picadura de medusa. La reacción suele ser similar a la de una persona alérgica a la picadura de abejas.